Artículo de opinión de Allen Frances que cuestiona los diagnósticos utilizados en el ámbito forense para los casos de depredadores sexuales violentos (DSV).

En EEUU, los peritos deben determinar si un depredador sexual violento tiene un trastorno mental (que justifica el tratamiento psiquiátrico obligatorio) o es simplemente un criminal común (que no puede ser obligado a un tratamiento psiquiátrico preventivo).

Allen Frances recuerda a los peritos que el DSM, en sucesivas ediciones,  ha negado que la violación pueda ser considerada un trastorno mental. El autor cuestiona el uso de diagnósticos psiquiátricos (parafilia, trastorno antisocial de la personalidad) para los casos de depredadores sexales violentos ya que considera que no son enfermos mentales.